Para que vivas a plenitud
Que el camino salga a tu encuentro.
Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Que Dios te sostenga en la palma de Su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras y que siempre quieras vivir plenamente.
Recuerda siempre olvidar
las cosas que te entristecieron.
Pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar
a los amigos que resultaron falsos.
Pero nunca olvides recordar
a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar
los problemas que ya pasaron.
Pero nunca olvides recordar
las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima, y si fuera así, que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
una luna llena en una noche oscura y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que vivas cien años,
¡con un año extra para arrepentirte!
Que el Señor te guarde en Su mano, y nunca apriete mucho SU puño.
Que tus vecinos te respeten,
los problemas te abandonen,
los ángeles te protejan
y que el cielo te acoja.
Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero.
Que la buena suerte te persiga y cada día y cada noche tengas muros contra el viento,
un techo para la lluvia,
bebidas junto a la fogata,
risas para consolarte,
aquéllos a quienes amas cerca de ti, y todo lo que tu corazón desee!
Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio te sea breve y te deje rico en bendiciones.
Que no conozcas nada más que la felicidad.
Desde este día en adelante,
Dios te conceda muchos años de vida; de seguro
Que el viento siempre esté detrás de ti y la lluvia caiga suave sobre tus campos.
Que Dios te sostenga en la palma de Su mano.
Que vivas por el tiempo que tú quieras y que siempre quieras vivir plenamente.
Recuerda siempre olvidar
las cosas que te entristecieron.
Pero nunca te olvides de recordar las cosas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar
a los amigos que resultaron falsos.
Pero nunca olvides recordar
a aquellos que permanecieron contigo.
Recuerda siempre olvidar
los problemas que ya pasaron.
Pero nunca olvides recordar
las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea peor que el día más feliz de tu pasado.
Que nunca se te venga el techo encima, y si fuera así, que los amigos reunidos debajo de él, nunca se vayan.
Que siempre tengas palabras cálidas en un frío anochecer,
una luna llena en una noche oscura y que el camino siempre se abra a tu puerta.
Que vivas cien años,
¡con un año extra para arrepentirte!
Que el Señor te guarde en Su mano, y nunca apriete mucho SU puño.
Que tus vecinos te respeten,
los problemas te abandonen,
los ángeles te protejan
y que el cielo te acoja.
Que tus bolsillos estén pesados y tu corazón ligero.
Que la buena suerte te persiga y cada día y cada noche tengas muros contra el viento,
un techo para la lluvia,
bebidas junto a la fogata,
risas para consolarte,
aquéllos a quienes amas cerca de ti, y todo lo que tu corazón desee!
Que Dios esté contigo y te bendiga, que veas a los hijos de tus hijos, que el infortunio te sea breve y te deje rico en bendiciones.
Que no conozcas nada más que la felicidad.
Desde este día en adelante,
Dios te conceda muchos años de vida; de seguro
Él sabe que la Tierra no tiene suficientes ángeles
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