Los Angelitos
Érase una vez un niño a punto de nacer.
Que se acerca a Dios y le pregunta: “Me dicen que me vas a enviar a la Tierra mañana”.
“¿Pero cómo voy a poder vivir allí siendo yo tan pequeño e indefenso?”
Dios le contestó: “De entre los muchos ángeles que conozco, he elegido uno para ti”.
“Te estará esperando y te cuidará”.
“Pero” –dijo el niño-
“Aquí en el cielo no hago otra cosa que cantar y sonreír”.
“¡Y eso es todo lo que necesito para ser feliz!”.
“Te estará esperando y te cuidará”.
“Pero” –dijo el niño-
“Aquí en el cielo no hago otra cosa que cantar y sonreír”.
“¡Y eso es todo lo que necesito para ser feliz!”.
Dios le dijo:
“Tu ángel cantará para ti cada día y así sentirás su amor y serás feliz”.
“Y –dijo el niño-
”¿Cómo voy a poder comprender a la gente cuando me hablen si desconozco su idioma?”.
”Eso es fácil –le dijo Dios- tu ángel pronunciará las palabras más bonitas y encantadoras que jamás hayas escuchado”.
“Y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar”.
“Tu ángel cantará para ti cada día y así sentirás su amor y serás feliz”.
“Y –dijo el niño-
”¿Cómo voy a poder comprender a la gente cuando me hablen si desconozco su idioma?”.
”Eso es fácil –le dijo Dios- tu ángel pronunciará las palabras más bonitas y encantadoras que jamás hayas escuchado”.
“Y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar”.
El niño alzó su mirada a Dios y le dijo:
”¿Y qué voy a hacer cuando quiera hablar contigo?“.
Dios sonrió y le dijo:
“Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar”.
El niño dijo: “También me han dicho que en la Tierra hay hombres malos”.
“¿Quién me va a proteger?”
Dios le rodeó con Su brazo y le dijo:
“Tu ángel te defenderá, ¡al punto de entregar su vida por ti si fuese necesario!”.
”¿Y qué voy a hacer cuando quiera hablar contigo?“.
Dios sonrió y le dijo:
“Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar”.
El niño dijo: “También me han dicho que en la Tierra hay hombres malos”.
“¿Quién me va a proteger?”
Dios le rodeó con Su brazo y le dijo:
“Tu ángel te defenderá, ¡al punto de entregar su vida por ti si fuese necesario!”.
El semblante del niño se ensombreció y dijo: “Pero siempre estaré trieste porque ya no te voy a ver”. Dios abrazó el niño.
“Tu ángel te hablará simpre de mí y te enseñará el camino de vuelta hacia mi presencia, aun cuando yo esté siempre a tu lado”.
“Tu ángel te hablará simpre de mí y te enseñará el camino de vuelta hacia mi presencia, aun cuando yo esté siempre a tu lado”.
En ese momento se sintió una gran paz en los cielos, pero ya se escuchaban voces provenientes de la Tierra.
El niño, apresurándose, planteó una última pregunta:
“Si me voy ahora mismo, Dios, ¡dime cómo se llama mi ángel!”.
A lo que Dios le contestó: “Su nombre no importa mucho… sólo tienes que llamarle
“¡MAMÁ!"
Labels: (Gracias Xiomara Polanco), Familia, reflexion
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