El Alumno Inocente
En una escuela pública, un niño hizo una travesura, manchando los papeles del pupitre del maestro con tinta.
Cuando el tal llegó y lo descubrió, exigió a todos el nombre del culpable.-¡López! -gritó un chiquillo.-¡López, aquí! ordenó el maestro tomando la regla para castigarlo.
Manuelito y Ramon, dos hermanos del mismo apellido, se pusieron de pies y se adelantó el mayor, quien recibió estoicamente el fuerte y doloroso golpe. De repente, el menor, llorando, se adelantó gritando:-¡Señor maestro: No le pegue más! ¡No fue él, que fui yo el culpable!
El maestro dejó de pegar, intrigado, y pidió explicaciones:-A ver, tú, López, el mayor: ¿Por qué te has adelantado para ser castigado sin protestar de tu inocencia? Habla. -Porque él es más pequeño, menos fuerte, y está un poquito enfermo contestó el pequeño héroe.
El maestro, maravillado, le apretó sobre su pecho. -Muchacho -dijo nunca serás en tu vida más cristiano que hoy.
Esto es lo que hizo Cristo por ti y por mí. ¡Dios te bendiga, hijito!
“En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos".
Labels: (Gracias Xiomara Polanco), Juventud, reflexion
0 Comments:
Post a Comment
<< Home